Hoy no abran dulces melodías...
Ni magníficas fantasías...
Hoy, él no encontrara su cuerpo junto al suyo;
extrañara sus besos y sus labios puros.
Mañana no la vera despertarse a su lado,
no vera su cálido rostro a su costado.
No escuchara su risa nerviosa en su cabeza,
ni tampoco vera la sonrisa que es su belleza.
Pasado, no escuchara el sonido de su silencio,
ni la vera tras las cortinas como un lucero.
Pasado, no escuchara su dulce voz mecerlo,
ni tampoco sentirá su manos en su cuerpo.
Después, solo quedara su recuerdo.
Nunca más tendrá sus besos.
Ni tocara su dulce cabello.
Nunca más despertara a su lado.
Nunca más la despertara con un beso.
O, ¿de verdad alguna vez lo hizo?
jueves, 24 de diciembre de 2009
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